La crisis energética en Ecuador se ha intensificado en los últimos años, afectando tanto a la economía como al bienestar de los ciudadanos. A medida que la demanda de electricidad crece, la capacidad de generación y distribución enfrenta desafíos significativos, como:
1. Capacidad de Generación y Demanda
● El país cuenta con una capacidad instalada de generación eléctrica de aproximadamente 7,000 MW. Sin embargo, la demanda sigue creciendo, especialmente en sectores industriales y residenciales.
● En 2023, la demanda eléctrica alcanzó un pico de 5,500 MW, lo que deja un margen estrecho entre la oferta y la demanda, incrementando el riesgo de apagones.
2. Dependencia de Energías Hidroeléctricas
● El 70% de la electricidad en Ecuador proviene de plantas hidroeléctricas. Esta dependencia hace que el país sea vulnerable a las variaciones climáticas, como sequías prolongadas.
● La central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, considerada la más grande del país, ha enfrentado problemas técnicos y de mantenimiento. Por un lado, los excesos de lluvia, han traído mucho material que limitada su capacidad operativa. Por el otro, existe un el peligro inminente de perderla por completo debido a la erosión regresiva del río.
3. Mejora del Marco Regulatorio
● Establecer un marco regulatorio estable y predecible que promueva la inversión a largo plazo en el sector energético.
● Desarrollar políticas integradas que aborden tanto la eficiencia energética como la sostenibilidad ambiental.
● Buscar primero el sentido común, eliminando el sesgo político o el exceso de tecnicismos que evitan la implementación de leyes que, mucha vez, llegan incompletas, sin reglamento y con reglas de difícil interpretación o implementación.
4. Educación y Conciencia Pública
● Implementar campañas de educación y concienciación sobre el uso eficiente de la energía.
● Fomentar la adopción de tecnologías de eficiencia energética en hogares e industrias.
Reflexión final:
La crisis energética en Ecuador es un desafío complejo que requiere una acción coordinada a corto plazo, o diría de inmediato, entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil. Diversificar la matriz energética, modernizar la infraestructura y establecer un marco regulatorio estable; son pasos esenciales para asegurar un suministro eléctrico sostenible y confiable. Sin un esfuerzo en conjunto para garantizar el futuro energético del país, vamos rumbo al desastre que afectará el crecimiento económico y exacerbará más la crisis social actual de nuestro país.