El Veto Parcial al Proyecto de Ley para el Fomento Productivo constituye un avance importante a la polÃtica económica de los últimos 11 años. Introduce cambios necesarios al quehacer de la polÃtica fiscal, como es establecer ciertas metas fiscales y cambios tributarios olvidados en la década anterior. Hablar de ahorros fiscales por excedentes de ingresos petroleros, establecer metas de equilibrio fiscal primario, anunciar reducciones impositivas como el impuesto a la salida de divisas para algunos conceptos, asà como exonerar del pago del impuesto a la renta para nuevas inversiones, sin duda son pasos que apuntan en la dirección correcta. Estas acciones, sin embargo, todavÃa resultan insuficientes y requieren ser debidamente aclaradas en el Reglamento y completadas por otras decisiones.
Es necesario que el equilibrio estructural sea claramente definido, pues se menciona el concepto de meta estructural de largo plazo sin que se conozca si esto contempla un superávit fiscal o reducciones anuales pre establecidas de gasto público. Para reducir el saldo de la deuda frente al PIB, no solo es necesario que la economÃa crezca más rápido que la deuda sino que es fundamental superávits fiscales primarios, es decir, que la diferencia entre ingresos y gastos del presupuesto, sin incluir intereses de la deuda pública, sean positivos. Cabe aclarar que cuando el balance primario es negativo quiere decir que el gobierno se está endeudando para pagar deudas anteriores, lo que hace muy difÃcil reducir la carga de la deuda frente al PIB.
El 2019 incorpora gastos no vigentes el 2018 como el aporte del 40% de las pensiones del gobierno al IESS. Esta contribución equivale a aproximadamente USD 1 400 millones anuales, cifra que sumando al pago parcial de lo adeudado por gastos de salud, se tendrá aproximadamente USD 2 000 millones no presentes este año. Por argumentos de eficiencia productiva y justicia social, es fundamental que el gobierno revise los subsidios, en especial, los relativos a las gasolinas y el diésel. En el caso de las gasolinas, los mayores beneficiarios son los perceptores de ingresos más altos, lo cual no solo es inequitativo sino injusto. Es el momento de despolitizar el precio de los derivados en el Ecuador mediante una fórmula que vincule el precio del petróleo y de los derivados en el mercado internacional con aquellos del mercado nacional. Sube el precio del barril de petróleo y bajan los precios en el Ecuador y viceversa. En el tema de diésel, por ser un componente del transporte de carga y de personas, asà como un insumo en la pesca artesanal, deberá ser compensado por el Estado. La reforma a la seguridad social y la revisión de los aranceles que permita reducir el costo de producción en el paÃs son también temas que merecen ser abordados en el menor tiempo posible. Buena ley pero requiere urgentes mejoras.