1. La alianza: El conocido a todas voces en cuanto a su realidad, pero no en cuanto a su contenido, el “pacto del silencio”, se desmoronó como era previsible. Sí, un pacto pegado con saliva en el viento de las conveniencias políticas, sustentado respectivamente en apoyo legislativo (gobernabilidad), poder (presidir asamblea) e impunidad entre ADN, PSC y RC. La gran fractura en la debilitada relación con RC, se dio con el ingreso a la Embajada de México la noche del 5 de abril, a fin de tomar preso a uno de los camaradas más leales al expresidente Correa (importante por lo que sabe y por su silencio por supuesto), con lo cual el gobierno puso punto final. Los resultados del referéndum (extradición) complicaría quizá aún más, la ya compleja situación judicial del ex hombre fuerte de Correa, habida cuenta que, su nombre apareció en una declaración en la Corte en Miami, dentro del juicio en contra del ya declarado culpable, ahora detenido y próximamente sentenciado, quizá de por vida, C. Pólit.
2. Rotura con el PSC: “… hablar de alianza a estas alturas es imposible…” A. Serrano presidente del PSC, expresiones dadas en una radio de Guayaquil refiriéndose al oficialismo, quejándose de que se le habría “llevado” a dos asambleístas (L. Jaramillo y G. Vargas). Por su parte, el oficialismo, distanciado también de Construye, y por ende solitario en la asamblea, se sentiría conforme habiendo ya conseguido que se aprueben las leyes propuestas en su momento, marcando distancia estratégicamente – en periodo preelectoral – y ya no necesitando al parecer de sus ex aliados. Habrá que ver cómo se mueven los intereses personales y/o políticos dentro de la asamblea con cara a las próximas elecciones; no debiendo extrañarnos “camisetazos” y/o la formación de mayorías móviles. Sin perjuicio de lo cual, la asamblea tendrá mucho trabajo, a fin de cumplir con las reformas constitucionales y legales conformes lo dispuesto por el pueblo este 21 de abril; es decir, deberá legislar, quiera o no, por lo propuesto por Noboa y aprobado en el referéndum y consulta popular.
3.- ¿Cabo suelto en el gabinete? Estando, así las cosas, Noboa podrá enfocarse en lo urgente e importante: inseguridad, crisis eléctrica, economía y, su reelección. Sin embargo, habría un cabo suelto, y es al viceministro de gobierno E. Torres (ex asambleísta y social cristiano), quien habría ingresado al gabinete sobre la base de la ya inexistente alianza, para ser el puente de conexión entre ADN, PSC y RC y, por otro lado, dadas las circunstancias, apuntalar las falencias en experiencia política de la exministra de gobierno M. Palencia. Siendo así, con un viceministro que venía quizá trabajando con un radio de acción de ministro, y cuyo partido como se ha mencionado ha roto con el oficialismo, fruto de la desconfianza del PSC al sentirse traicionado – en palabras de A. Serrano – cabe preguntarse: ¿cómo queda la situación de Torres en adelante? ¿Salir del gabinete o renunciar a su partido para justificar, quedarse o continuar en el gobierno mirando a otro lado?