El 22% del agua del planeta está contenido en estas corrientes gaseosas de agua. Estas inciden en las inundaciones.
El agua que hoy se evapora en Quito, en las próximas semanas alimentará a una corriente de agua en estado gaseoso que caerá como lluvia o nieve en zonas como Estados Unidos o la India. Así explica Homero Paltán, investigador de la Universidad de Oxford y excolaborador de la NASA, cuál es la importancia e influencia de los llamados ‘ríos atmosféricos’ a escala global.
El ecuatoriano es líder de una investigación que determinó cuál es el papel que tienen los ríos atmosféricos en los shocks de agua (inundaciones o sequías) del planeta. Esta es la primera vez que se realiza un trabajo que tome en cuenta la relación de los factores hidrológicos del mundo en la generación de estas corrientes gaseosas.
La Agencia Espacial Estadounidense (NASA), que aportó con datos para esta investigación, señala en un comunicado de prensa que “estudios previos reconocen que los ríos atmosféricos pueden tener efectos profundos sobre la precipitación, las inundaciones y caída de nieve sobre la tierra, pero estos estudios estaban limitados a ciertas regiones”.
En efecto, al igual que los ciclones y huracanes, estas corrientes de agua gaseosa pueden causar cambios extremos en el clima de vastas zonas del planeta. Paltán explica que su afectación llegaría hasta los 300 millones de personas anualmente, causando sequías (como las que ha vivido California, EE.UU., en los últimos años) o fuertes precipitaciones (como en Inglaterra y la Península Ibérica).
A escala porcentual, los ríos atmosféricos transportan el 22% del agua que luego llegará a la tierra en forma de lluvia o nieve. En ciertas zonas, estos son responsables del 80% de la masa de agua que se forman durante las inundaciones. Y la falta de estas corrientes incrementa en un 90% la posibilidad de que una región atraviese por períodos de sequía.
En la zona andina, según Paltán, los países que mantienen mayor relación con los ríos atmosféricos son Chile y Argentina. Cuando chocan contra las zonas montañosas de estos países, estas corrientes generan hielo, el cual mantiene blancas las cumbres que proveen del líquido vital para las poblaciones aledañas.
En el caso del Ecuador, la influencia de los ríos atmosféricos es débil. Paltán explica que aquí influyen otros fenómenos climatológicos como El Niño.
El ecuatoriano comenta que uno de los elementos destacados de este trabajo es relacionar los datos hidrológicos con los demográficos, para así tener una perspectiva real de lo que estas corrientes de agua pueden generar. Con ello se podría determinar acciones para contrarrestar sus efectos.
El estudio
La investigación fue liderada por el ecuatoriano Homero Paltán, quien actualmente realiza sus estudios doctorales en la Universidad de Oxford (Inglaterra). Los datos fueron analizados en base a estudios anteriores y se contó con el apoyo de la NASA. El estudio se puede leer en inglés y en línea en la revista Geophysical Research Letters.