El consumo de tabaco es la principal causa prevenible de muerte en todo el mundo.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año fallecen casi 6 millones de personas, de los cuales más de 600 000 son no fumadores y mueren por respirar humo ajeno.
Si no se adoptan medidas, para el 2030 por el tabaco fallecerán más de 8 millones de personas cada año, de las cuales más del 80% serán habitantes de países de bajos y medianos ingresos.
¿Qué hacer para evitar la incidencia?
Por el Día Mundial sin Tabaco, que se celebra este sábado 31 de mayo del 2014, la OMS plantea aumentar los impuestos de este producto.
Basándose en los datos de 2012, la entidad internacional estima que un aumento del 50 % en los impuestos al tabaco en todos los países reduciría el número de fumadores en 49 millones en los próximos tres años y, en última instancia, salvaría 11 millones de vidas.
“Aumentar los impuestos sobre el tabaco es la manera más eficaz de reducir el consumo y salvar vidas“, afirma la directora general de la OMS, Margaret Chan. “Una medida decidida sobre la política fiscal relativa al tabaco golpea a la industria donde más le duele”.
En la actualidad, cada seis segundos muere una persona por su consumo y ocasiona gastos considerables para las familias, las empresas y los gobiernos.
El tratamiento de las enfermedades relacionadas con el tabaco, entre ellas el cáncer y las cardiopatías, es costoso.
Además, dado que las enfermedades y las defunciones relacionadas con el tabaco suelen afectar a las personas al inicio de su vida laboral, la productividad y los ingresos se reducen.
La OMS calcula que si todos los países aumentaran los impuestos al tabaco en un 50% por paquete, los gobiernos podrían incrementar sus ingresos globales en USD 101 000 millones.
“Esos fondos adicionales podrían y deberían utilizarse para promover la salud y ejecutar programas sociales”, dice el organismo.
Experiencias en otros países
Países como Francia y Filipinas ya han visto los beneficios derivados de la fiscalidad elevada sobre losproductos de tabaco.
Entre 1990 y 2005, Francia triplicó los precios de los cigarrillos ajustados a la inflación. Esto dio lugar a una disminución de las ventas de más de un 50%. Unos años más tarde, el número de jóvenes que morían de cáncer de pulmón en Francia comenzó a descender.
En Filipinas, un año después de aumentar los impuestos el Gobierno ha recaudado más ingresos de los previstos, y planea utilizar el 85% de esos ingresos en servicios de salud.