Desde su ascenso al poder, el Gobierno de Daniel Noboa ha enfrentado numerosos desafíos en el ámbito comunicacional, destacándose por varios errores significativos en las declaraciones de sus voceros y en los discursos del propio presidente.
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Estos desaciertos han debilitado la coherencia y efectividad de la estrategia comunicacional del gobierno, generando incertidumbre y desconfianza entre la ciudadanía.
Desaciertos de los voceros
Uno de los primeros problemas que se hicieron evidentes fue la falta de coherencia y preparación en las declaraciones de los voceros gubernamentales.
Esteban Torres, Roberto Luque e Irene Vélez han sido protagonistas de varios incidentes que pusieron en duda la solidez del equipo de comunicación del Presidente.
Roberto Luque, Ministro de Energía (e), por ejemplo, generó confusión al referirse a los problemas energéticos del país. Sus declaraciones contradictorias crearon confusión, y evidenciaron una falta de coordinación interna.
Esteban Torres, viceministro de Gobierno, ha tenido dificultades para manejar temas sensibles, como los incidentes que tuvo con el Legislativo, donde el presidente de la Asamblea, Henry Kronfle, pidió que se retirara de la vocería a Torres por no saber manejar la comunicación de una manera eficiente.
Irene Vélez, quien debería ser la principal vocera del Gobierno, ha estado ausente en momentos cruciales. Su falta de presencia y de mensajes claros y consistentes ha contribuido a la percepción de desorganización y falta de dirección en la estrategia comunicacional del Gobierno, según analistas políticos.
Errores en los discursos de Daniel Noboa
El presidente Daniel Noboa también ha cometido errores en sus discursos, afectando la percepción pública de su gestión.
Sus intervenciones a menudo carecen de profundidad y de un mensaje unificado, lo que se agrava por la falta de un vocero sólido que pueda respaldar y clarificar sus declaraciones.
Análisis de expertos en los errores comunicacionales del Gobierno de Daniel Noboa
Varios analistas políticos han brindado su perspectiva sobre los problemas comunicacionales del gobierno de Noboa, proporcionando un análisis detallado de las causas y posibles soluciones.
Daniel Crespo destaca que durante la campaña electoral, Noboa tuvo un acierto comunicacional al enfocarse en el segmento joven del electorado, utilizando efectivamente plataformas como Instagram y TikTok.
Sin embargo, Crespo subraya que este enfoque en comunicación rápida y superficial no es suficiente para manejar situaciones más serias y de largo plazo. Según Crespo, la falta de un vocero claro y la ausencia de una agenda comunicacional coherente son problemas fundamentales.
Esto se refleja en situaciones como la crisis de Olón, donde la comunicación gubernamental fue escueta e imprecisa, generando incertidumbre y desconfianza. Crespo señala que para mejorar, el gobierno debe reestructurar su política comunicacional, priorizando la claridad y la sustancia en sus mensajes.
Por su parte, Max Donoso-Muller, analista político, añade que uno de los problemas principales es la falta de preparación de los voceros. Según Donoso-Muller, durante la gestión del Secretario Izurieta, la comunicación fue más efectiva, y sugiere que el gobierno debería considerar tener voceros especializados para cada tema, al estilo de Estados Unidos.
Además, enfatiza la importancia de que estos voceros estén bien entrenados y preparados para manejar preguntas y crisis. Donoso-Muller argumenta que la comunicación del gobierno debe ajustarse para ser más clara y efectiva, especialmente en la preparación de los voceros.
Según el sociólogo y analista político, Santiago Cahuasquí, se puede hacer un análisis desde dos dimensiones: la coordinación interna y la inexperiencia en el manejo de la vocería presidencial. Cahuasquí argumenta que la descoordinación entre las instituciones del Estado y la falta de un mensaje homogéneo han agravado las crisis enfrentadas por el Gobierno.
Además, la inexperiencia de Noboa y su equipo en la comunicación política ha llevado a errores estratégicos que se reflejan en una comunicación estresada y desarticulada, según Cahuasquí.
Cahuasquí también menciona que la oposición más articulada y las altas expectativas de la ciudadanía han aumentado la presión sobre el gobierno. En su opinión, el presidente debe tomar un rol más activo en la comunicación y construir una narrativa coherente para justificar las acciones del gobierno. Esto debería realizarse especialmente de cara a las elecciones de 2025.
La importancia de una estrategia comunicacional coherente
El análisis de los expertos coincide en la necesidad de una estrategia comunicacional coherente y bien estructurada. La falta de un vocero claro y preparado, la descoordinación interna y la inexperiencia en el manejo de la comunicación política han sido factores clave que han debilitado la percepción pública del gobierno.
Para mejorar, el gobierno de Daniel Noboa debe reestructurar su política comunicacional, priorizando la claridad, coherencia y sustancia en los mensajes. Es esencial que el gobierno designe voceros especializados y bien entrenados para cada tema, que puedan manejar preguntas y crisis de manera efectiva.
Además, es crucial que el presidente tome un rol más activo en la comunicación, construyendo una narrativa coherente que justifique las acciones del gobierno.