Los gestores rurales proponen un plan de reactivación turística

Durante las cabalgatas por los páramos andinos se decidió mantener el distanciamiento social por precaución. Foto: Cortesía Hacienda La Alegría

Durante las cabalgatas por los páramos andinos se decidió mantener el distanciamiento social por precaución. Foto: Cortesía Hacienda La Alegría

Durante las cabalgatas por los páramos andinos se decidió mantener el distanciamiento social por precaución. Foto: Cortesía Hacienda La Alegría

Buscar soluciones para reactivar al sector rural afectado por el covid-19 fue el motivo principal de los administradores de haciendas, lodges y refugios de montaña para formar, a finales de marzo del 2020, un grupo de WhatsApp al cual bautizaron como Asociación de Haciendas y Turismo Rural.

“El grupo fue formado para gestionar soluciones, como proponer al Ministerio de Turismo que sea un facilitador de créditos al 5% de interés con dos años de gracia para mantener al sector”, recuerda Gabriel Espinosa, administrador de la hacienda La Alegría. Él es parte del chat que junta a 45 representantes de los establecimientos de turismo rural en ocho provincias del país, de los cuales apenas dos cerraron operaciones tras la crisis económica originada por la pandemia por la covid-19.

El interés mostrado por el MinTur para apostar por el agroturismo hizo que este grupo busque un mayor acercamiento estatal. En la primera semana de mayo, una comitiva presidida por la ministra Rosi Prado de Holguín visitó varios establecimientos rurales para constatar las medidas de bioseguridad que deben implementarse.

“Se nos recomendó adquirir una máquina lavavajilla que realice su labor a 80°C, la importancia de usar mascarilla y otras prácticas de bioseguridad”, recuerda Espinosa. Añade entre risas que los chagras realizan un proceso de desinfección del calzado conocido como ‘lavapatas’ y que ahora dentro del actual protocolo de bioseguridad se lo denomina como pediluvio.

Por iniciativa propia, decidieron agradecer la labor de los médicos que han estado en la primera línea de batalla frente al coronavirus y donaron 110 noches para ellos, con actividades campestres y alimentación en sus establecimientos y así acudan al campo a oxigenarse.

Estos operadores turísticos, que en Instagram se los encuentra como @haciendasyturismorural, facilitarán, además, opciones de camping para privilegiar la llegada de grupos familiares que busquen vivir una experiencia rural luego de dos meses de confinamiento.

Según Sebastián Meléndrez, subsecretario de Gestión y Desarrollo del MinTur, el proyecto de reactivación del turismo rural sentará las bases para la llegada del turismo internacional. “El turismo de cercanía que queda a menos de dos horas de viaje motivará a que el sector retome su confianza bajo estrictos protocolos de bioseguridad”, señala.

Para Aldo Salvador, exdirector ejecutivo de la Cámara de Turismo de Pichincha (Captur), la apuesta por la ruralidad también le plantea un reto al país en tomar una decisión sobre las áreas protegidas.

“Cuando se cambie el color del semáforo, la gente va a buscar sitios cercanos a su lugar de residencia, donde no encuentre aglomeraciones y acceda a cierta privacidad. Por eso se deben establecer reglas claras para dinamizar la economía desde los protocolos de servicio en las áreas protegidas, como por ejemplo mantener en óptimo estado los servicios higiénicos para evitar contagios”, explica.

Espinosa espera que el COE nacional autorice el plan piloto del turismo rural, ya que facilitará también la planeación de matrimonios, un sector que promedia las 13 000 bodas anuales y genera recursos importantes para las haciendas en el alquiler de sus instalaciones.

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