Perfil de Ada Colau, la nueva alcaldesa activista de Barcelona

Ada Colau (izq.) líder del partido Barcelona en Comú, sonríe mientras celebra la victoria de su partido a la alcaldía de Barcelona. El partido de izquierda quedó en segundo lugar en Madrid en el que podría forjar una coalición de gobierno. Foto: AFP

Ada Colau (izq.) líder del partido Barcelona en Comú, sonríe mientras celebra la victoria de su partido a la alcaldía de Barcelona. El partido de izquierda quedó en segundo lugar en Madrid en el que podría forjar una coalición de gobierno. Foto: AFP

Ada Colau (izq.) líder del partido Barcelona en Comú, sonríe mientras celebra la victoria de su partido a la alcaldía de Barcelona. El partido de izquierda quedó en segundo lugar en Madrid en el que podría forjar una coalición de gobierno. Foto: AFP

Ada Colau encarna mejor que nadie los cambios que está viviendo el escenario político en España: si las últimas elecciones se caracterizaron por la irrupción de nuevos partidos emergentes que en muy poco tiempo lograron gran fuerza, la política barcelonesa pasó de liderar la lucha antidesahucios a alcanzar la Alcaldía de la segunda ciudad de España.

La política de 41 años empezó a ser conocida públicamente en 2009, cuando, como una de las fundadoras de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca en Barcelona, en el noreste de España, empezó a luchar contra los desahucios de quienes en medio de la crisis económica española no podían seguir haciendo frente al pago de sus viviendas y eran expulsados a la calle.

Pero no fue hasta el año pasado cuando dio el salto a la política para crear Guanyem Barcelona, una plataforma ciudadana que pretendía unir fuerzas para los comicios municipales de este domingo.

Fue el germen de Barcelona en Comú (BComú), la agrupación que congrega a partidos de izquierda y ecologistas catalanes -Esquerra Unida i Alternativa, Equo, Iniciativa per Catalunya Verds, Procés Constituent- además de contar con el respaldo de Podemos, el partido emergente de izquierda que lidera Pablo Iglesias. Y que la ha llevado a la alcaldía.

Pero antes de política, Colau fue sobre todo activista: desde que comenzó a protestar contra la Guerra del Golfo en los años 90, no dejó de hacerlo en otras causas como los movimientos antiglobalización contra el G8 o la invasión de Irak en 2003.

Sin embargo, fue su lucha por el derecho a una vivienda digna para los ciudadanos la que impulsó su imagen pública, primero en el Movimiento por una Vivienda Digna en España y después en la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.

El auge del movimiento de los indignados con el movimiento 15-M y la plataforma Democracia Real Ya, nacidos hace cuatro años también en vísperas de las elecciones municipales y regionales fueron cruciales para la causa de Colau y para su salto al escenario público y mediático.

Su causa por la reforma de la política de vivienda centró gran parte de su campaña a estas elecciones, pero también saltaron a los titulares otras propuestas más polémicas, como la creación de una moneda propia para Barcelona, con el objetivo de "promover el desarrollo local y el comercio de proximidad".

Los críticos no tardaron en comparar esa medida con otra que exploró el chavismo en Venezuela. Su candidatura ha contado con el respaldo público de figuras como el ex presidente uruguayo José Mujica, que se reunió con ella el viernes durante una visita privada a Barcelona, la cineasta española Isabel Coixet y el intelectual estadounidense Noam Chomsky, cuyo respaldo provocó uno de los momentos más polémicos de la campaña.

El diario local "La Vanguardia" incluyó el nombre de la política en una información sobre el que fuera líder de la red terrorista Al Qaeda Osama bin Laden: al informar de que en la lista de objetos encontrados en el escondite de Bin Laden antes de ser abatido se encontraba un libro de Chomsky, el diario aprovechaba para señalar que el intelectual acababa de apoyar con su firma a Colau.

"Muchos lo habían intentado, pero sólo la Vanguardia me ha pillado: Bin Laden!", bromeaba la propia Colau poco después en su cuenta de Twitter.

Como candidata de la capital de Cataluña y en medio del órdago independentista lanzado por el gobierno regional de Artur Mas al de Madrid, Colau no acabó de definirse durante la campaña.

"No soy independentista. Ni catalana ni española", se limitó a decir, aunque aseguró "apoyar el derecho a decidir". Los analistas señalan que logró atraer votos tanto del sector catalanista como a la izquierda no nacionalista.

"La candidatura de Ada Colau parece haber agrietado ligeramente las fronteras identitarias" en Cataluña, comentaba recientemente un analista del "Diario.es". Se atrevió a cantar en campaña con un video electoral musical en clave de rumba, "El Run Run", que dio la vuelta al país.

Aunque no ha sido su única incursión artística: hace años hizo una pequeña aparición en una serie para televisión. Además, ha cosechado varios premios sociales y escrito varios libros, como "Vidas Hipotecadas" (2012, Editorial Cuadrilátero de Libros) y "¡Sí se puede! Crónica de una pequeña gran victoria" (2013, Destino), este último junto a su pareja, el economista Adrià Alemany, con quien tiene un hijo nacido en 2011. Hasta ahora trabajaba como responsable de Vivienda en el Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Barcelona.

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