Alumnos del Colegio Politécnico muestran parte de sus proyectos tecnológicos. Foto: Francisco Flores / EL COMERCIO

Alumnos del Colegio Politécnico muestran parte de sus proyectos tecnológicos. Foto: Francisco Flores / EL COMERCIO

Estudiantes ecuatorianos se preparan para una mega batalla robótica en Estados Unidos

Alumnos del Colegio Politécnico muestran parte de sus proyectos tecnológicos. Foto: Francisco Flores / EL COMERCIO

Es un campo de guerra medieval. Hay grandes murallas, banderines y estandartes, rampas y torres empinadas… Pero los combatientes no serán caballeros con armaduras.

La zona de batalla está lista en el centro de convenciones Jacob Javits, de Nueva York, y aguarda por los robots de pelea desarrollados por colegiales de 68 países, quienes se enfrentarán en el First StrongHold, una competencia que será entre el 11 y 13 de marzo, en Estados Unidos.


Video: YouTube. Canal: Official FIRST

Ecuador participará por primera vez y su representante será la Unidad Educativa Particular Politécnico (Copol), de Guayaquil. 29 estudiantes de primero y segundo de bachillerato, de la especialidad Ingeniería, han tomado clases extra desde septiembre pasado para estar listos para esta cruzada robótica.

Incluso separarán tiempo en estas vacaciones para afinar su diseño.
Como parte del entrenamiento han desarrollado varios prototipos. Walter Sánchez, uno de los alumnos, muestra un brazo robótico. Su equipo dio forma a varias piezas y con la ayuda de motores, sensores y un computador portátil. Así lograron que los dedos de plástico tengan movimientos de retracción y alargue.


En cambio, Diego Vicuña y sus compañeros diseñaron un pequeño vehículo controlado desde un teléfono celular. A través de códigos de programación definen su ruta y le dan movimiento.
Pero desde enero pasado los proyectos individuales quedaron a un lado.

Ahora todos se concentran en elaborar el robot con el que competirán en el torneo internacional.
 Las instrucciones, así como las reglas del juego, son parte de un video didáctico colgado en YouTube.


Video: YouTube. Canal: Espoltv

Enrique Guevara, jefe del Departamento de Informática del Copol, revisa minuciosamente cada detalle del certamen: los obstáculos, las técnicas de ataque para sumar puntos, los rumbos que podrán tomar en el terreno de 27x18 metros.


Después de analizar las condiciones del juego, el profesor explica que decidieron hacer un robot que atraviese obstáculos y que lance pelotas hacia una torre, para sumar un mayor puntaje. Los materiales llegaron desde Estados Unidos y deberán enviar el modelo listo en febrero, para que sea aprobado por los organizadores.

El First StrongHold es organizado por la fundación First (para Inspiración y Reconocimiento de la Ciencia y la Tecnología, por sus siglas en inglés).

Cada año realiza competencias en cuatro categorías por edad, con el fin de incentivar entre los niños y jóvenes el desarrollo de conocimientos de matemáticas y ciencias, la resolución de problemas, la toma de decisiones, el trabajo en equipo y la creatividad.


La maestra Yidda Marcial, del Copol, dice que trabajan en estos objetivos desde la escuela, en talleres de robótica para los niños de segundo año básico. En el colegio, los chicos de octavo a décimo año, también desarrollan proyectos. Y los alumnos de bachillerato pueden ser parte del club de robótica.

Ellos tienen el respaldo del club Robota, de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol). Los universitarios fueron el nexo para la competencia internacional y un elemento clave en su preparación. 
La Espol también está interesada en contagiar a más adolescentes a través de la tecnología. La semana pasada, por ejemplo, organizaron la feria Robotkill 2016.


Video: YouTube. Canal: espoltv.


Sumo, microsumo, robot volador, batalla de 120 libras…  Esas fueron algunas de las categorías de una competencia entre robots elaborados por diversas universidades ecuatorianas. 
Liseth Escobar, una de las coordinadoras del Robotkill, asegura que este es un mecanismo para enganchar a los chicos en la robótica, un mundo de cálculos matemáticos, diseños tecnológicos y análisis de códigos de programación.
Jaime Roca es alumno del colegio Domingo Comín.

Tiene solo 15 años pero después de asistir a la feria quedó convencido de seguir la carrera de Electrónica. Malú Guerrero, del Centro Educativo Bilingüe Interamericano (CEBI), piensa igual y ve en la robótica un campo de oportunidades, en especial en el diseño enfocado en la ayuda social.

Para el profesor Guevara, iniciativas de este tipo despiertan el interés de los estudiantes en el desarrollo de nuevas tecnologías. El educador espera viajar y regresar al país con una nueva experiencia que motive a otros colegios ecuatorianos a participar en certámenes mundiales.