Si tienes poco tiempo, te lo resumimos en estas líneas:
- En Perú, el 64% de mayores de 65 años carece de pensión.
- La informalidad laboral afecta a más del 70% de peruanos.
- Propuestas para garantizar pensiones dignas y suficientes en Perú.
La situación de los adultos mayores en Perú es preocupante, ya que el 64 % de quienes tienen más de 65 años no cuenta con acceso a un sistema de pensión. La falta de recursos suficientes para cubrir las necesidades básicas es una realidad que afecta a una gran parte de esta población, especialmente debido a la alta informalidad laboral.
En un país donde más del 70 % de la población económicamente activa trabaja de manera informal, garantizar la seguridad financiera en la vejez se vuelve un reto. La mayoría de los adultos mayores continúan trabajando en sectores como servicios, agricultura y comercio, pero la falta de acceso a un sistema de pensiones adecuado es una preocupación creciente.
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La insuficiencia de los ingresos
Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), los mayores de 65 años perciben en promedio 1 342 soles por su trabajo, mientras que la pensión pública promedio es significativamente más baja. Esta brecha entre los ingresos laborales y las pensiones crea una situación de vulnerabilidad para los adultos mayores, quienes enfrentan dificultades para cubrir sus necesidades básicas.
El llamado a la acción
Expertos y líderes en el ámbito financiero señalan la necesidad de tomar medidas urgentes para abordar esta problemática. Se sugiere que el Estado realice aportes al sistema de pensiones y garantice una pensión mínima para quienes no tienen acceso a una jubilación digna. Sin embargo, hasta el momento, esta situación no ha sido resuelta de manera efectiva.
El desafío de asegurar el bienestar de los adultos mayores
En un contexto donde menos del 5 % de las personas que alcanzan los 65 años optan por una renta vitalicia en el sistema de pensiones privado, y la gran mayoría de la población no cuenta con recursos suficientes para su vejez, es evidente la urgencia de implementar políticas que garanticen la seguridad financiera de los adultos mayores en Perú.